Trastornos Sexuales
Los trastornos sexuales afectan significativamente la función sexual de las personas y su bienestar emocional. La sexualidad es una parte fundamental de nuestra identidad y psicología, y es esencial abordar estos problemas para mitigar sus efectos negativos, tanto a nivel individual como en las relaciones de pareja.
Por eso es importante conocer las causas y buscar tratamientos efectivos con un psicólogo o sexólogo clínico especializado.
Podemos clasificar los trastornos sexuales en cuatro categorías principales:
Las Disfunciones Sexuales
Las disfunciones sexuales son dificultades que impactan diversas fases de la respuesta sexual humana, incluyendo el deseo, la estimulación, el coito y el orgasmo. Estos problemas sexuales pueden afectar profundamente a la salud sexual y emocional de la persona, así como la relación de pareja, impidiendo el disfrute de una experiencia sexual plena y satisfactoria.
Las disfunciones sexuales incluyen:
Disfunción Eréctil
La disfunción eréctil se caracteriza por la incapacidad de conseguir o mantener una erección adecuada para la actividad sexual, ya sea individual o en pareja.
En terapia, se trabaja la disfunción eréctil cuando sus causas son de índole psicológica. Por lo tanto, es crucial realizar una evaluación inicial en consulta, ya que puede ser necesario derivar al paciente a un especialista médico.
Eyaculación Precoz
La eyaculación precoz ocurre cuando la eyaculación sucede antes de lo deseado y el paciente tiene poco o ningún control sobre el momento del clímax. Los tratamientos para la eyaculación precoz suelen ser bastante eficaces, y muchos pacientes comienzan a notar resultados positivos en los primeros meses de tratamiento.
Eyaculación retardada
La eyaculación retardada o anorgasmia se refiere a la dificultad para alcanzar el orgasmo, tanto en hombres como en mujeres. Al igual que en los casos de disfunción eréctil, es vital evaluar y descartar causas fisiológicas o médicas. Sin embargo, muchas veces, este trastorno está relacionado con el condicionamiento sexual previo y otros factores psicológicos.
Puede existir ansiedad en la relación, acompañándose de erecciones flojas o incluso pérdida de erección en algunos momentos; pero también falta de costumbre a las sensaciones orgánicas del sexo en pareja debido al condicionamiento del placer sexual con masturbación o masturbación con pornografía.
Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo
El deseo sexual hipoactivo es la falta de interés o falta de deseo sexual. La conocida como libido baja. Puede deberse a diferentes causas: enfermedades crónicas, estados carenciales, desajustes hormonales, tratamientos farmacológicos, desgaste en la pareja, ansiedad y estrés crónico, depresión, etc.
Trastornos de Dolor en el Sexo
Entre estos trastornos de dolor en el sexo encontramos el vaginismo, las penetraciones dolorosas o las molestias y el dolor durante el sexo.
Trastornos del Orgullo Sexual
Como la dificultad para experimentar o disfrutar del placer sexual, lo que hay que diferenciar de la asexualidad.
Muchas veces lo estilos de crianza en la infancia y adolescencia, los complejos físicos como el complejo de pene pequeño o las creencias religiosas y morales u otro tipo de factores psicológicos son los que afectan a este tipo de trastornos.
Trastornos parafílicos
Las parafilias son patrones sexuales atípicos centrales para que se produzca la excitación sexual de la persona.
Hay muchas y diversas, y no tienen por qué causar malestar subjetivo en la persona siempre y cuando también pueda experimentar placer sexual y satisfacción fuera de ese fetiche.
Sin embargo, hay otros fetiches que pueden llegar a causar perjuicios sociales y hasta legales a la persona, como el exhibicionismo, el voyeurismo, el frotting o la zoofilia entre otras conductas parafílicas.
Trastornos relacionados con el Trauma Sexual
Estos trastornos están vinculados a las consecuencias psicológicas y emocionales derivadas de experiencias sexuales traumáticas, como abuso, agresión o violencia sexual.
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Terapia de Pareja
La terapia de pareja es útil en situaciones críticas o moderadamente críticas en la relación. Por ejemplo, en casos de infidelidad, falta de comunicación, problemas sexuales o dificultades de convivencia. O también si lo que se busca es fortalecer la relación antes de situaciones como el matrimonio o sanarla antes de la ruptura o el divorcio.
Con la terapia de pareja se busca restaurar el equilibrio existente dentro de una relación, ya sea sexual o sentimental, así como mejorar la calidad de vida emocional y sexual a través de una intervención psicológica.
Se trata de trabajar en disolver los conflictos existentes y mejorar la comunicación creando un espacio seguro para que ambos miembros de la relación expresen sus pensamientos, emociones y preocupaciones bajo la guía de un terapeuta que será neutral y estará capacitado para orientarlos en el proceso.
La terapia de pareja puede ser una herramienta valiosa para abordar los trastornos sexuales y mejorar la comunicación entre las parejas afectadas. A través de la terapia de pareja, se pueden explorar las dinámicas sexuales y emocionales que contribuyen a la disfunción, facilitando así una mejor comprensión y resolución de estos problemas.
Es crucial no ignorar los efectos de los trastornos sexuales. Buscar tratamiento puede cambiar la calidad de vida y la satisfacción sexual, tanto individualmente como en pareja.
Las principales áreas a trabajar en terapia de pareja son:
- Comunicación, ya que para mejorar y sanar la relación, esta tiene que ser abierta y honesta, dentro del espacio seguro que es la terapia y con un mediador neutral que es el psicólogo o sexólogo.
- Educación sexual, para poder profundizar en el funcionamiento de aspectos más íntimos.
- Resolución de conflictos, evitando que estos escalen y promoviendo en todo momento el diálogo constructivo.
- Reestructuración de patrones nocivos, identificando y modificando patrones negativos para hacer más funcionales las interacciones y más saludable la dinámica relacional de la pareja.
- Fortalecimiento de la conexión emocional, restaurando la confianza, retomando compromisos recíprocos y avivando la intimidad.
En resumen, la terapia de pareja es un proceso terapéutico dirigido a mejorar la calidad de la relación y ayudar a las parejas a crecer juntas y fortalecerse, afrontando y superando los desafíos a los que se enfrentan.
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